Nacido en un
pueblo cerca de
Valencia, después de
años en distintos
trabajos y estudios en
diversas partes del
mundo, movido por la
pasión por la guitarra y
mis habilidades
artesanas me decidí a
emprender lo que se
convirtió en mi
vocación. Empecé mis
estudios de luthería en Bilbao, en el
conservatorio Juan Crisóstomo de Arriaga,
donde me formé en la construcción y
reparación de instrumentos de cuerda
frotada. Por aquél entonces era el único
centro público donde se impartía luthería en
España, en él aprendí las habilidades
necesarias para la construcción de
instrumentos de cuerda, tanto el buen uso
de las herramientas específicas, como el
afianzamiento de los conocimientos de física
acústica aplicada a los instrumentos, que me
serían muy útiles en el futuro para poder
descifrar la gran cantidad de estudios que
hay hechos sobre acústica de guitarras y
sacar de ellos el máximo partido.
Tras el paso por la escuela de luthería
me dirigí al norte de Italia a Cremona, la
ciudad del mundo con mayor número de
talleres artesanos de construcción de
instrumentos. En ella encontré un contacto
directo con la realidad de mi trabajo y con
las exigencias de los músicos, afiné mis
conocimientos y mi técnica constructiva. La
casualidad hizo que me encontrase
trabajando en el mismo taller con otro
artesano que aprendió el oficio en Newark
estudiando construcción de guitarras, y bajo
su supervisión construí mi primera guitarra
con el método español. El trabajo de
guitarrero me gustó tanto que continué
construyendo más y más guitarras.
Una vez terminado este periodo en
Cremona volví a Valencia donde monté mi
propio taller de construcción de guitarras,
donde aúno los conocimientos de la luthería
clásica, muy avanzada en la consecución de
resultados acústicos y en el fino trabajo
artesano, con los de la guitarrería tradicional,
buscando en cada guitarra sacar el mejor
partido a las maderas, creando instrumentos
pensados para que el músico solo tenga que
disfrutar haciendo música.